Pulex irritans
La pulga es un insecto parásito que se cuela en el metro, no paga billete de autobús y gorronea todo lo que puede. Con su picadura puede transmitir cientos de enfermedades, pero normalmente ni eso da.
Genéticamente diseñada para ser huésped, su frase favorita es: “mañana te lo devuelvo”.
Es capaz de soportar la presión y, no se acobarda ante nada. En cuanto ve un animal de sangre caliente se sube a él y se agarra con todas sus fuerzas. Mucho tendrán que rascarse para librarse de ella.
Su valentía contrasta con su falta de iniciativa. No suele tener grandes esperanzas en la vida, y eso que, si quisiera, a pesar de su milimétrico tamaño, podría dar el gran salto.
Porque saltar, lo que se dice saltar, nadie salta mejor que ella sobre la faz de la tierra. Llega a saltar 200 veces su longitud, impulsándose con sus patas fuertes y elásticas.
La pulga es capaz de ofrecer mucho cariño y empatía, pero no es capaz de comprometerse afectivamente. Eso es bueno y malo a la vez. No hace falta que seas un príncipe con sangre azul (sabor piña), la pulga siempre está dispuesta a chupártela.
Le gusta:
- El toro mecánico
- Las sobremesas largas
- Los vampiros señoriales de los libros antiguos
No le gusta:
- Las garrapatas
- Los cepillos
- Los vampiros moñas de los libros actuales
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