Panthera leo × Panthera tigris
El ligre es un híbrido, cruce de león y tigresa. Destaca porque el gen inhibidor del crecimiento se transmite por vía materna en los leones y por vía paterna en los tigres, debido a lo cual arrastra una disfunción genética por la que llega a medir 3 metros, hecho que provoca que los animales de la selva suelan hacer el típico chiste de que se come una cebra y le llega al estómago caducada. Chiste que, como se puede imaginar, no hace ninguna gracia a los ligres, pero muchísima menos a las cebras.
Los ligres son extremadamente voraces, aunque raramente comen monos, antes prefieren las conservas, los postres lácteos, algún antílope cojo en salmuera si se tercia... Su instinto cazador no está desarrollado debido a que, en cuanto se queda observando durante 5 minutos a sus presas, queda dormido en una siesta plácida (lo mismo le ocurre cuando se tumba junto a la carretera a ver pasar ciclistas).
El ligre está muy sensibilizado con su aspecto peculiar. Hay días en los que se siente enorme e imperial. Otros, desgarbado y poco agraciado. Sin embargo, su principal ocupación es el espectáculo circense, en busca del aplauso que reafirme su ego. Por ello se viene abajo fácilmente si alguien dice cosas como “vaya asco de bicho” o “yo creía que iba a ser más majo”.
Le gusta:
- La mortadela de olivas
- Las pelotas hichables
- El protagonismo
No le gusta:
- Que controles su forma de vestir porque es total y a todo el mundo gusta
- Ir al dentista
- Las camas plegables
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