Tyto alba
La lechuza es una rapaz nocturna que se fija mucho en todo y te pide luego que le preguntes. Duerme poco, vive de noche y no es raro verla también por el día, aunque vestida más de sport.
Se alimenta de pequeños roedores, sin hacerle ascos a cualquier otro bocado mientras sea pequeño. Si le das un entrecot te dice que no, y además te lo argumenta, porque lo divertido es cazarlo y la parte más sabrosa es la cabeza.
Diseñada para la observación y el vuelo sigiloso, caza usando la astucia. Bueno, la astucia en seguida le hizo darse cuenta de que lo mejor era clavar sus zarpas como cuchillas. Tecnología doméstica.
Impresiona también cómo detecta el sonido de sus presas. Le es igual que caminen entre las hojas mojadas del bosque o hagan chirriar las uñas en los baldosines. Utiliza un disco facial en forma de corazón que convierte su cara en una antena parabólica.
Esa máscara natural, además, le da un aire de superhéroe, de justiciero fantasmal, le permite oír todas las conversaciones, tener siempre cobertura, robar wi-fi...
También le hace la cabeza más gorda, pero eso es mejor no decírselo.
Le gusta:
- Hacer listas
- El teatro griego
- El olor de las librerías
No le gusta:
- Pensar que todos hablan de ella a sus espaldas
- Cocinar
- Cualquiera que sonría a primera hora de la mañana
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