Dipodomys agilis
La rata-canguro es un roedor encorvado, tirando a insignificante, que a las cualidades arquetípicas del hámster une un salto portentoso debido a sus extremidades inferiores, muelliformes y alargadas. Por lo tanto, su presencia suele ser celebrada en dos tiempos en cualquier reunión animal. Un instante inicial en el que es observada con ternura “oooh, qué mona”. Y un segundo momento, cuando salta y se escabulle en dos movimientos de centella: “ups, coño... ¿andestá?”
La rata-canguro es promiscua. No se lo digáis así, sin conocerla, pero es promiscua perdida. A los 2 meses ya es sexualmente activa. Tanto que a los 3 meses ya se ha repasado a toda su promoción, vienen de otras madrigueras, empieza una fase de experimentación, parafilias varias, otros roedores, otras especies, los anfibios tan lubricados, un rinoceronte (se comenta)... Qué diferencia ¿no?, con 16 años a los chimpancés todavía nos hace ilusión montar en los autos de choque.
Son de poco beber. Eso les permite sobrevivir en ambientes desérticos o pasar toda la tarde en una terraza con una fanta; les sobra morro. Precisamente en la boca tiene dos papos, como carrillos de la compra, donde la rata-canguro lleva a su madriguera los alimentos que encuentra. Siendo frecuente también que, en acampadas, lleven consigo pipas y semillas para pasar el día.
Esto último justifica que la evolución no las dotara de bolsillos, como sí hizo con sus primos lejanos de Australia.
Le gusta:
- Saltarse la ley de propiedad intelectual, la ley de prevención de riesgos y la ley de la gravedad
- El amor libre
- Las carreras de sacos
No le gusta:
- La arena ardiendo
- El velcro
- Los sobresaltos
Como buen roedor, la promiscuidad es una de sus características favoritas ¡qué joíos! Jajajaja me encanta. ¡Gracias!
ResponderEliminarNo le gusta el velcro jajajajaja
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