Bombina bombina
El sapo de vientre de fuego es un anuro raniforme, con ojos saltones y dorso verrugoso. Se caracteriza por su ardor de estómago crónico, provocado por los insectos picantes y la mala vida. Es el único anfibio que simula croar para camuflar los eructos.
De hábitos crepusculares, gusta de los estanques pulcros, pero se conforma con cualquier charca de mala muerte.
Los machos atraen a las hembras con expresiones como: “chata, ¿vienes mucho por aquí?” o “desde que has llegado a la charca me estoy fijando en esas ancas que tienes”. De lo que se deduce que a algunos animalillos les gusta lo viscoso y a otros no.
El amplexo se produce a remojo porque la hembra es de temperamento caliente. De tal modo, terminada la fecundación, los sapos de vientre de fuego dejan siempre los huevos en el agua. Para que se refresquen.
Como resulta que en su ecosistema si no eres un poco venenoso no eres nadie, tiene un tacto agresivo y un sabor delicadamente repugnante. Así se evita la molestia de esos abusones de la orilla que, cuando es pequeño, le hacen la vida imposible. Luego llega la metamorfosis, los colores vivos, la vida adulta y las ganas de que a uno lo dejen en paz.
Le gusta:
- Cantar a coro
- Flotar
- El bicarbonato
No le gusta:
- El test de Roscharch
- La prueba de la rana y el tema watersports en general
- Que estén repartiendo propaganda en la calle y a él no le den
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