Hippopotamus amphibius
El hipopótamo es un mamífero abundante en la papada y escaso de frente, al que ni las camisas ni los sombreros le quedan bien. Se entenderán así sus recelos sociales, sus traumas adolescentes y su poca participación en los espectáculos de music-hall.
De todos modos, se trata de un animal de piel gruesa, inaccesible para los mosquitos y las ironías malintencionadas. Procura permanecer junto al agua la mayor parte del tiempo, debido a un fenómeno extraño de dependencia que se conoce como “sensación de emplastamiento digestivo”: S.E.D. para los biólogos.
Suele alimentarse de vegetales sin aliñar. A veces con sus enormes incisivos muerde las hojas más grandes, y con los dos agujeros las archiva (como si fuera un bloc de anillas) para merendar más tarde.
Sin embargo, la comida preferida de los hipopótamos son las sandías, y en ocasiones se ve a tres o cuatro individuos rivalizando por el esférico manjar en una charca, a bocado limpio.
Exceptuando la excitación que le produce la comida, se trata de un animal pacífico en el trato (aunque asesino potencial), de poco salir, de apareamiento desganado y proverbial pachorra.
En tierra firme puede parecer torpe, pero en el agua se transforma en un ágil buceador.
Le gusta:
- El hula hoop
- Seguir el ritmo de la música con las orejas
- Hacer zozobrar las colchonetas hinchables
No le gusta:
- La ropa interior holgada que se acaba retorciendo a medida que pasa el día
- La poesía que no rima
- Las pantallas táctiles
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta, valora, añade o haz ruido con un silbato