Triturus vulgaris
El tritón es un anfibio con buena reputación al que le gusta vivir a remojo, ya sea en el remanso de un río, en un estanque cristalino o en el bidé. No tengáis miedo, no son venenosos, pero mirad siempre antes.
Realiza parte de su respiración a través de la piel, una piel suave y sensible. Por eso mismo no usan ropa ceñida ni maquillaje, y, en consecuencia, nunca llegarán a ser coristas de orquesta. En contrapartida, tienen siempre los poros limpios.
Durante la época de celo se avivan sus colores en una especie de rubor primaveral, mezcla de excitación y de euforia. De este modo siempre es sencillo saber cuándo vienen con intenciones de aparearse, y los padres tratan de preservar la virtud de sus hijas-larvas, y les hacen prometer que tendrán cuidado, y les hacen estudiar. Comportamiento sobreprotector que no tiene ningún éxito. En cuanto un tritón macho despliega su cresta caudal, agita su cola y les guiña uno de sus ojos saltones, la lección se olvida.
Pronto aprenden que ellas son capaces de causar el mismo efecto en los machos, la situación se invierte y recuperan el control absoluto, como en cualquier especie animal que se precie.
Le gusta:
- Los estampados atrevidos
- El champú para niños
- Chupar los cubitos de hielo
No le gusta:
- Que lo confundan con una sirena
- Los platos de metal
- Las etiquetas que raspan
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