Balaeniceps rex
Obviamente, al picozapato la jugada no le ha salido bien del todo.
Su tremendo pico alpargatiforme es la seña de identidad de este pajarraco y le otorga carisma y simpatía inmediata. Aún así es un ave esquiva que tiende a escabullirse. Llama a los zoólogos "malditos paparazzi" y cree que vienen a su humedal a sacarle un robado. Por eso siempre intenta salir en las fotos posando.
Las hembras suelen poner dos huevos y crían con mucha paciencia a las dos crías al mismo tiempo. Al principio les dicen que no se peleen, que ya vale, que siempre empiezan con el jijí-jajá y luego acaban llorando. De repente se les enciende la bombilla del instinto y organizan una curiosa eliminatoria. Las dos crías empiezan a empujones y terminan en una pelea a muerte a picotazos. Lo típico. Nada que no pase entre hermanos. Entre Caín y Abel, por ejemplo.
Luego ni ellos mismos se explican la razón por la que están en peligro de extinción.
Le gusta:
- Bañarse nada más despertarse
- Los plumajes de colores
- Sacarse brillo al pico
No le gusta:
- La sequía
- Los escalofríos
- Compartir habitación
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